martes, 30 de abril de 2013

Análisis sobre el reportaje cómo género periodístico

Universidad EAFIT
Medellín, 2013

EL REPORTAJE 
El indefinido rey del periodismo
Por: Tatiana Villada Díez

El reportaje es mucho más que un simple “trabajo periodístico, cinematográfico, etc., de carácter  informativo” como lo define la RAE. Eduardo Ulibarri en su libro Idea y vida del reportaje refiriéndose a los intentos por definir este género dice: “Su capacidad de cambio, regeneración, metamorfosis y evolución convierte en relativo y riesgoso todo intento por clasificarlo o definirlo con linderos precisos.” Esto explica por qué no encontraremos en los libros de referencia una única definición para este género. Entre la gran cantidad de autores que se han ocupado del tema e incluso entre los manuales de estilo de los diferentes medios de comunicación podemos toparnos con grandes diferencias, aunque también muchas similitudes. No valdría la pena entonces quemarnos las neuronas tratando de sintetizar en un par de líneas de texto todas las interpretaciones que se han hecho del género con la esperanza de formular una que sea universalmente aceptada como precisa, irrefutable e inmutable. Sin embargo podemos intentar acercarnos a dar una explicación  sobre qué es el reportaje repasando cómo han tratado de delimitarlo otros autores y que precisiones han hecho sobre él.

Precisiones sobre el reportaje según los autores

Susana Domínguez profesora de la Universidad de Vigo en su texto El Reportaje, dice que el género ha sido tradicionalmente considerado como un género objetivo y muy cercano a la información o noticia. Aparecen citados por Domínguez en este mismo libro las apreciaciones de otros autores como la de Martínez Albertos que resalta en el reportaje la presencia de la descripción y la narración, es decir: su estilo literario; la de Martín Vivaldi que también hace hincapié en su vuelo “más o menos literario” enfatizando en el importante papel que en esto juega el escritor – periodista; y  la Pilar Diezhanino y Martínez Vallvey, que compartiendo una opinión muy similar, consideran que el reportaje es un género que satisface las necesidades informativas que la noticia no cubre, presentando la información de una manera mucho más completa y acercando al lector a los hechos.
Siguiendo con el recuento de lo dicho por algunos de los autores que han tratado de revelar la sustancia vital del reportaje me parece importante e interesante retomar lo expuesto por Daniel Samper en el prólogo del libro Antología de grandes reportaje colombianos y por Norman Sims en el prólogo del libro Los Periodistas literarios o el arte del reportaje personal. Samper  llega a la conclusión de que “el reportaje moderno es hijo de la entrevista y la crónica” y resalta la “influencia catalizadora del cine” en su desarrollo. Afirma que gracias al cine se “dinamizó la manera de contar las historias” y elimino al director, o en este caso al periodista,  como “comentarista obvio de situaciones”, quien ahora debe valerse de formas más sofisticadas para comentar los hechos. Si traducimos de lo audiovisual a lo escrito, estas formas sofisticas a las que se refiere Samper podrían ser la descripción detallada, la caracterización de los personajes, y la recreación de las imágenes, olores y sanciones por medio de la palabra escrita. Por otro lado Norman Sims además de ocuparse de la forma del reportaje y sus características llama la atención sobre el lector. Al combinarse los hechos reales de los que se ocupa el periodismo con el estilo narrativo de la literatura, el lector reacciona de una manera diferente frente a la información, “Saber que esto sucedió realmente cambia mi actitud mientras lo leo… Al mismo tiempo, me siento a leer esperando que el periodismo literario cause emociones que no producen los reportajes normales,” dice Sims (entendamos aquí reportaje como lo define la RAE y periodismo literario como lo que hemos intentado definir como Reportaje).

Acercamientos a la definición de reportaje

Si algo se puede afirmar certeramente sobre el reportaje es que es un género rico en elementos y variaciones, que integra características tanto de géneros periodísticos informativos como: la noticia, la entrevista y el análisis; como de la crónica y el perfil que son géneros periodísticos interpretativos y también de la literatura y el cine. Así pues, aventurándome a tratar de reunir los puntos más relevantes anteriormente mencionados pero sin la presuntuosa intención de lograr una definición precisa, pude concluir lo siguiente:
El reportaje es el género periodístico más versátil y completo. Éste se ocupa de contar, explicar y analizar a fondo y de una manera dinámica hechos o situaciones de interés público que pueden ser actuales o recientes y generalmente también de gran interés humano. Para lograrlo se vale de los simbolismos, la narración y la descripción detallada con cierto estilo literario, que permite una mayor libertad expresiva y un lenguaje menos rígido pero siempre claro.  Aunque admite gran libertad en cuanto a su forma, estilo y extensión, la interpretación que se haga de la información obtenida no admite juicios de valor ni soluciones moralizantes, solo conclusiones objetivas y bien respaldadas en datos precisos. En el reportaje siempre encontraremos diversas formas de mezclas de otros géneros periodísticos como la entrevista, el perfil, la crónica, el análisis y los datos noticiosos, y diversos tipos de fuentes. Finalmente, un buen reportaje no sólo dependerá siempre de una investigación minuciosa y una total comprensión del tema por parte del periodista, sino también del talento que éste tenga para atrapar con su narración al lector y despertar en él emociones y reacciones.
Como lo dice el autor y periodista mexicano Vicente Leñero citado por Juan José Hoyos en el libro Medios y nación, “…su versatilidad, las diferentes formas que adopta según la clase de asuntos que lo motivan, dificultan el establecimiento de una definición que sintetice todo lo que significa y abarca este género”.  Pero esto no disminuye su valor e importancia. Hay que destacar enfáticamente que el reportaje apareció para suplir con éxito las necesidades y deseos de una sociedad que ya no se conforma sólo con estar al tanto de la información que entregan los centros de poder, sino que se interesa por lo que pasa en la vida diaria (a la cual le ha dado gran valor), y que quiere adentrarse y comprender sus hechos como si hubiera estado presentes en el momento en que sucedieron. Recogiendo lo mejor de cada género periodístico, del cine y la literatura, el reportaje logra hacer de las realidades de la vida un relato seductor y convertirse sin lugar a dudas en el género mayor del periodismo moderno. Eduardo Ulibarri nuevamente acierta en afirmar que “En su diversidad, creatividad, profundidad, prolijidad, ritmo, ambiciones, impulsos, expresividad, amplitud, disonancias y contaminaciones, reside su grandeza: la fuerza que proyecta sobre los lectores, el efecto que produce en la sociedad y la atracción que ejerce sobre los periodistas.”


***
Ahora que en términos generales ya entendemos qué es el reportaje y cuál es su importancia dentro del periodismo y la sociedad, entremos al detalle y veamos cuáles son sus diferencias y similitudes con otros géneros periodísticos para así encontrar sus principales características, mientras analizamos cómo se encuentran presentes en dos reportajes escogidos al azar de la página web Periodismo narrativo en Latinoamérica.

Resumen de los reportajes

Escrita por  Alejo Gómez Jacobo de Argentina y publicada en mayo del 2012. Relata la trágica historia de la familia Sánchez después de que  Nicolás, uno de los tres hijos que la conformaban, fuera atropellado por conductor irresponsable que escapó del lugar dejándolo él gravemente discapacitado y causando efectos colaterales irremediables a su familia.

·         Interpretesdel silencio
Escrita por Rossy Tejada de El Salvador y publicada en octubre del 2009. Narra lo que es un día de trabajo para Alfredo Romero, médico forense y uno de los encargados de realizar las autopsias en Instituto de Medicina Legal de San Salvador. A través de él y los cuerpos de lo que cuentan los cuerpos de los que se ocupa eses día, la periodista refleja la situación de una país que es catalogado como el más violento de Latinoamérica.

Características del reportaje

Reportaje/noticia: hechos, precisión, “objetividad”.

Ya que la noticia es la materia prima del periodismo en ella encontramos también materia prima para el reportaje. La noticia se ocupa de informar de manera objetiva, directa y breve pero también completa, sobre cualquier hecho que por sus características sea de interés común. Ésta se ciñe a eventos claramente identificables, casi siempre actuales, ubicados en un tiempo y espacio determinados y con un principio y un fin evidentes. Sus fuentes pueden ser diversas pero generalmente son escazas, muchas pueden fundamentarse en un único comunicado o vocero. Los recursos expresivos que en ella se utilizan son más limitados que en otros géneros así como su extensión que generalmente es menor. Su estructura corresponde casi siempre a la de la pirámide investida.
Ahora si miramos qué de lo anteriormente mencionado hay en el reportaje resaltan tres características. El reportaje también se ocupa de informar sobre hechos de interés común, pero a diferencia de la noticia estos no están sujetos necesariamente a la actualidad o inmediatez. La información presente en ambos casos debe ser verídica y completa, aunque en el reportaje hay más cabida para investigación profunda y la inmersión. A diferencia de la noticia que simplemente presenta los hechos escuetamente, en el reportaje la interpretación y un análisis de la información son de gran importancia. Sin embargo, en ninguna de las dos hay cabida para las valoraciones, los juzgamientos y las moralejas.  Tanto la noticia como en el reportaje se busca la objetividad, entendiendo esta “cualidad periodística” como una “actitud profesional a favor de la verdad” (definición de Daniel Samper) o como la llamaría Oriana Falacci “Honestidad”.
Por otro lado se diferencian estos dos géneros en que  el reportaje no llega a los hechos de forma directa como la noticia sino que narra todo con mayor detalle y detenimiento. Por lo tanto suele ser mucho más extensa e incluir más fuentes expuesta con diversos métodos. En el reportaje la presencia de diversos recursos expresivos es mucho más amplia que en la noticia, dando una mayor cabida a la creación artística, así como a un lenguaje menos rígido y a un estilo más libre generalmente cercano a la literatura. También se diferencia en su estructura, mientras en la noticia se presentan los hechos en orden de importancia, en el reportaje se le da libertad al autor de comenzar y terminar por donde considere pertinente, ya sea de forma cronológica como en la crónica, o de manera dinámica como en el cine.
Finalmente, tomando de referencia las dos cónicas que resumí anteriormente vemos que en ambas se hablan de hechos concretos: en la primera del desenlace de una familia después de que uno de sus miembros sufriera un grave accidente, de la justica, y la irresponsabilidad en la vía; y en la segunda del oficio del médico forense, de la muerte y  de la violencia en El Salvador. En ambos casos se entregan datos precisos y bien respaldados en informes oficiales, testimonios, investigaciones, etc., ampliamente expuestos y en varias ocasiones con algunos apuntes interpretativos.
En el primero encontramos sobre el conductor que causo el accidente lo siguiente: “Dijo, también, que no tenía antecedentes por infracciones de tránsito, pero la Justicia Administrativa Municipal de Faltas constató 22: tres por hablar por celular mientras conducía; dos por violar un cartel que prohibía girar a la izquierda; dos por violar un cartel que prohibía estacionar; una por cruzar un semáforo en rojo; dos por circular por carriles selectivos; dos por estacionar sobre un puente; una por estacionar sin pagar parquímetro; una por estacionar en doble fila; una por estacionar en una parada de ómnibus; tres por circular sin chapa patente; cuatro por obstruir el tránsito. También fue sancionado por zigzaguear a excesiva velocidad con un cuadriciclo y pasar un semáforo en rojo para eludir a un patrullero en avenida Sabattini al 2.500. Un antecedente demasiado riesgoso para alguien que, a la hora del descargo en el juicio, se atrevió a tutear a la jueza.” Si esta información fuese presentada en una noticia, tal vez solo se hubiera dicho que al acusado se le habían encontrado múltiples antecedentes por infracciones de tránsito de diversos tipos, y si hubieran ahorrado el comentario al final.
En el otro caso después de que la periodista relata como el médico forense le había advertido sobre el alto número de muertos que habían llegado ese fin de semana a Medicina Legal, aprovecha para mencionar las cifras que respaldan dicha intervención: “Los primeros 21 días de junio daban cuenta de 256 personas asesinadas. Las muertes diarias de salvadoreños llegan a 12, según Medicina Legal, mientras que la Policía dice que son 13. Casi nunca concuerdan.”
Aunque en ambos relatos los periodistas hacen comentarios y su voz se hace evidente, ninguno emite juicios personales y siempre se apegan la verdad de los hechos.

Reportaje/crónica: narración, caracterización de personajes y abundancia de detalles

Como lo expone Eduardo Ulibarri en su libro Idea y vida del reportaje, “La cónica, más que la noticia, suple el afán del público por conocer la narración pormenorizada de los acontecimientos: no busca la presentación esencial de datos, sino la meticulosidad de sus detalles y, sobre todo, es fiel a su transcurso en el tiempo.”  Por sus orígenes, la crónica está muy ligada a la literatura, pues antes de ser considerada un género periodístico la crónica fue considerada un hecho literario donde los cronistas relataban hechos históricos siguiendo un orden temporal. La crónica, según Daniel Samper, “está ligada a la voz de quien la escribe, en un flujo narrativo que recuerda un poco a los cuentos de la abuela.”
El reportaje y la crónica tienen grandes similitudes y en muchas ocasiones son tratadas como equivalentes; sobre todo, porque ambas se esfuerzan en hacer una narración, descriptiva y detallada de los hechos, de sus ambientes y sus personajes, con el fin de resaltar su importancia, dibujándolo todo en la mente del lector para hacer que este se sienta como si realmente hubiera presenciado el suceso. Para esto, ambos géneros permiten una fuerte influencia literaria, los diálogos son recurrentes y que el autor es libre de emplear su propio estilo.
Sin embargo, también podemos encontrar algunas diferencias entre estos dos géneros.  Si bien la interpretación es una característica de ambos, en la crónica las consideraciones que hace el autor son de un carácter más general, admitiendo el tono moralizando y los juicios de valor. Por otro lado en la crónica no son fundamentales las precisiones que en el reportaje son infaltables como las fechas, nombres, cifras y lugares. Su forma de abordar los hechos también puede ser distinta según Samper “El reportaje tomará a veces el camino más largo a fin de relatar un caso particular que permita formarse una idea general. La crónica abordará de una vez  el concepto general.” Finalmente y quizá por esto,  también puede haber diferencias en cuanto a su estructura. Aunque tanto  en el reportaje como en la crónica se puede seguir una cronología lineal, es decir: comenzar por el principio del hecho, continuar con su desarrollo tal cual sucedió, y finalizar con el desenlace; en el reportaje también puede optarse por una narración que rompa con las secuencias cronológicas lógicas, dándole mayor dinamismo y chispa al relato.
Ahora, en los dos relatos que han sido nuestro objeto de análisis, encontramos diferente tipo de narración. En la primera vemos un desarrollo circular o con rupturas: comienza y termina en el día en el que el periodista entrevista al padre del joven atropellado, y en el cuerpo, estamos constantemente yendo y saliendo del día de los hechos. En el segundo relato, podemos apreciar que se sigue una línea de tiempo lógica con algunas intervenciones sobre hechos que ocurrieron en el pasado pero sin salirnos del presente. La periodista comienza con una presentación del su personaje principal en su propia voz, y luego va narrando como desarrolla su trabajo hasta el final de la jornada.
Por otro lado también encontramos una búsqueda por describir y caracterizar a los personajes. Como ejemplos tomemos dos fragmentos de cada una: “En frente, el hombre joven, ahorcado, ya está desnudo. Su piel luce amarillenta. La camiseta roja y los pantalones azul negro que traía están en el suelo, junto a unos zapatos tierrosos. Todavía tiene los ojos entreabiertos, en dirección al techo. El auxiliar de autopsia acaba de terminar con el cráneo y la colega que entró con Alfredo a la sala no encontró lesiones en el cerebro. Es hora de pasar revista a los órganos internos. Con un corte en Y, el auxiliar abre la caja torácica y el abdomen. La patóloga supervisa y anota.”
En el otro relato no solo podemos ver al personaje, sino que también logramos percibir sus emociones y ubicarnos en el espacio y atmósfera:
“Cristina Andreoni. Arquitecta. Docente de matemática y plástica en una escuela hogar de Villa Mercedes, San Luis. Madre de tres: Sabrina (27), Nicolás (26), Adrián (22). Casi 50 años al lado de Jorge Sánchez: cinco como compañera de primaria, 15 de novios y 29 de casados. Después del choque que incapacitó a Nicolás para siempre, ella hizo lo que haría cualquier madre con un hijo débil: sacrificó su salud por la de él. Tensión alta, congoja, nervios, depresión. Qué más da: Nicolás necesitaba a alguien y su madre no pensaba ceder ese lugar.
Tenía 56 años y el ánimo carcomido cuando le advirtió a Jorge que se sabía débil. Se acabó la fuerza necesaria para ver a un hijo herido. Estaba sentada con Nicolás esa tarde del 13 de setiembre de 2010 en la que le dio un derrame cerebral. El noticiero informaba que la Justicia había rechazado la probation –suspensión del juicio a prueba solicitada por los abogados de Franco Morata para evitar el juzgamiento-, por lo que sólo restaba la fecha de inicio en el Juzgado Correccional de Susana Cordi Moreno.
Adrián salía de misa en la Iglesia de los Capuchinos. Su hermana Sabrina, sobrepasada por lo vivido/sufrido con Nicolás, había abandonado sus estudios y regresado a San Luis. Adrián caminó una cuadra hasta el departamento de Hipólito Irigoyen y Derqui y encontró a su madre descompuesta sobre el sillón. Nicolás, al lado, sentado, sin posibilidad de reaccionar. La mujer falleció al día siguiente en el Sanatorio Allende.”
Y si la abundancia de detalles de ambos relatos no es ya evidente en la caracterización de sus personajes, veamos cómo los autores Gómez y Tejada tratan de dibujarnos las escenas y sus ambientes:
 “Los testigos no titubearon: el cuerpo pegó contra el parabrisas, dio en el aire una vuelta desarticulada de muñeco y cayó de cabeza sobre el asfalto.
Indignados: los estudiantes que a las 5.30 de la madrugada acababan o empezaban la noche y vieron esa carambola humana en el cruce de las calles Ituzaingó y San Lorenzo.”
“El cuarto no es agradable a la vista. Mucho menos al olfato. El olor es fuerte, una mezcla entre sangre, formol y carne descompuesta que hace inútil la mascarilla de protección. Este debe ser el olor a muerte. Las paredes son entre amarillentas y oscuras. Nadie llega aquí por equivocación. Es la sala de autopsias del Instituto de Medicina Legal, en San Salvador, y tampoco es muy grande. Solo lo suficiente para que en su interior permanezcan tres camillas largas o bandejas de metal dispuestas para ser ocupadas por cuerpos inertes. El trabajo de cada día. Encima de una yace Blanqui. Hasta hace doce horas todavía estaba viva. Ahora, este diminuto cuerpo moreno que hizo titubear a Alfredo, el forense de turno que accedió a participar en esta historia, presenta ya los primeros signos de rigidez.”

El reportaje/la entrevista: diálogos, humanidad, emociones

La entrevista aunque se puede clasificar como un género periodístico es considerada más una técnica de reportería, con la cual se busca obtener información sobre un hecho o acontecimiento o ahondar en el detalle de sus protagonistas. Citando nuevamente a Ulibarri: “Mediante el diálogo inteligente, exhaustivo y reposado, pero no complaciente, el periodista puede acabar la información que un experto posee, indagar en las ideas de un personaje, desentrañar sus impulsos, destacar sus fobias y estímulos, poner al desnudo ciertos aspectos de su vida; en fin, acercarse en la medida de lo posible a la humanidad del entrevistado”.
Según el valor o la finalidad que tenga su realización, las declaraciones obtenidas mediante la entrevista pueden presentarse con tal en la modalidad de pregunta – respuesta o, pueden formar parte de una noticia, una crónica o un reportaje. En el prólogo del libro Antología de grandes reportajes colombianos, Daniel Samper, expone que esta técnica presentada cómo género, “no permite la intromisión de otros elementos como descripciones, anotaciones impresionistas, creación de suspensos, etc.” y que “ha de usarse, principalmente, cuando el énfasis del material radica en el contenido de lo que responda el entrevistado, y las circunstancias o ambiente en el que se desarrollan no resultan especialmente relevantes”.
La entrevista y el reportaje, más que tener características en común, se complementan. Así pues vemos como en los reportajes y crónicas, las entrevistas se trasladan al relato; como un dialogo que puede ser comentado, resaltado, intervenido, etc.
Para ejemplificar esta mixtura con nuestros conejillos de indias, extraigamos los siguientes dos fragmentos:
“Jorge lo grafica así: Si le sirvo pescado, primero tengo que sacarle hasta la más pequeñita espina porque él no va a estar consciente de lo que está masticando. Llevaba cuatro años de novio. Podía suceder que ella lo dejara, y así lo hizo. Tenía su grupo de amigos. Podía suceder que varios de ellos dejaran de visitarlo con el tiempo, y así lo hicieron.
El hoy de Nicolás Sánchez es un tratamiento continuo con psicólogos, psiquiatras, psicoterapeutas, fonoaudiólogos y kinesiólogos. Una cantidad pesada para un padre de familia que debió dejar su trabajo en San Luis por necesidad obligatoria.”
En el otro caso el comentario interrumpe la declaración del personaje y no se hace, como el anterior, una vez este termina la idea: “También debe haber cupo para almacenar temporalmente los cuerpos que vienen a parar aquí el fin de semana, cuando no se hacen autopsias. Cuando la amalgama de factores se junta, es inevitable que haya cuerpos en el suelo, donde el riesgo de contaminación es mayor.
—Esto no es CSI, es El Salvador –se apresura a comentar, entre resignado y jocoso. A veces, dice, el humor suele ser un escudo emocional necesario.”

EL reportaje/el análisis: profundidad

Es la contextualización de una información importante, para que el lector la entienda con más facilidad y tenga mayores elementos de juicio para que saque sus propias conclusiones. Sigue todos los valores periodísticos básicos, sobre todo, el de la objetividad y por lo tanto prohíbe la expresión de opiniones personales y juicios de valor.

“Descubrí que uno tiene que comprender una gran cantidad de cosas aunque solo sea para escribir un pequeño fragmento. Una cosa lleva a la otra. Hay que meterse dentro del asunto para hacer que las casen las piezas” McPhee. En Norman sims

Inmersión

Todo reportaje es una suma de trabajos y determinaciones en el cual hay tres etapas fundamentales. La primera, el trabajo investigativo puro y simple. La segunda, la decisión de qué técnicas utilizarás para el enfoque final del material. La tercera, el proceso de redacción y edición del mismo. Samper.

1 comentario:

  1. Me pareció muy bueno, muchas GRACIAS por subir a la red esta información.

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