martes, 30 de abril de 2013

Crew Peligrosos otra opción en Aranjuéz



La Skuela de los Crew
por Tatiana Villada Díez
Medellín, 2012

A simple vista Los Crew Peligrosos parecen un grupo más de raperos como los muchos que abundan en Medellín, pero cuando uno se acercarse a ellos tan solo un poco, inmediatamente logra darse cuenta que lo que hay detrás de su música, su baile y sus grafitis es algo mucho más grande que su arte. Es un proyecto de vida, pero no de unos cuantos, sino de cientos de jóvenes de las comunas  de la ciudad.

Los Crew Peligrosos son un grupo de hip hop -como aclara siempre el Jke, su fundador-  no solo de rap; porque en el convergen los cuatro elementos que así lo definen: los MC (raperos), el DJ (Disc Jockey), los Bboys (bailarines de breakdance ) y los grafitteros. Por esta razón el grupo está conformado nada menos que por 24 integrantes.  Sin embargo, se puede decir que la comunidad de los Crew está conformada por más de 400 personas, en su mayoría niños y jóvenes (contando solo los de Medellín) que hacen parte de la Eskulela Cuatro Elementos a la que este grupo le dio vida en el año 2003, y que desde entonces, con mucho esfuerzo, mantienen de su propio bolsillo.

Sobre los Crew había oído hablar muchas veces y aunque no es el tipo de música que suelo escuchar, sí había visto algunas cosas de ellos en Youtube y en algunos canales locales. Incluso hace algunos años coincidí con ellos en varios eventos de ciudad por cuestiones de mi trabajo como productora de TV en Telemedellín. Desde siempre me llamo la atención la buena energía que imprimen en su música y que se siente entre ellos, pero solo hasta hace poco me enteré de la labor social tan destacable que hacían. Acudí a ellos y a un grupo de Rock llamado Nepentes para proponerles hacer una canción colaborativa que hiciera una reflexión sobre el empoderamiento ciudadano y la importancia de participar en las decisiones políticas de una ciudad, teniendo en cuenta que ambos grupos desde distintas perspectivas se relacionan con este tema. Esto inicialmente era un trabajo universitario pero después se convirtió en la disculpa perfecta para conocerlos y enamorarme de lo que hacían.

Henry Arteaga, más conocido como el Jke fundó a los Crew Peligrosos en 1999 después de haber tratado por un largo tiempo de convertirse en futbolista, de haber trabajado como distribuidor de las arepas que hacía su papá y que eran el sustento de su familia – me decían el arepero, cuenta jocosamente- y de haber tratado de pertenecer al Ballet Folclórico de Antioquia cuando inicialmente ni siquiera sabía bailar. La historia de su vida es ejemplo de superación, de perseverancia, de trabajo y dedicación. Él ha logrado inspirar a muchos jóvenes de su comunidad que han decidido seguir sus pasos. Esta influencia tan positiva que ha ejercido en ellos y por la cual ha logrado generar cambios sociales importantes, lo posicionan hoy como uno de los líderes sociales más conocidos y constantes de Medellín. El Jke nació y creció en la violenta década de los 90 en la comuna 4 - Aranjuez, que hoy por hoy se sigue despuntando entre las bandas criminales que buscan colonizar territorios para extender sus plazas de venta de drogas. Él, no lejano a la difícil situación que se vivía en su barrio desde que era pequeño, decidió tomar un camino diferente al de las armas. Su camino siempre fue buscar ser alguien, alguien importante y con poder, pero un poder distinto al de las pandillas o mafiosos, un poder positivo y para el cambio, un poder con el que arrastro tras de sí a los que hoy son su familia, los Crew.

La primera vez que me reuní con Henry y con Nano el vocalista y compositor de Nepentes fue en la Institución Educativa Tomás Carrasquilla de Aranjuez, donde actualmente funciona de manera parcial la Eskuela Cuatro Elemento a falta de una sede propia. Fue en la noche, alrededor de las ocho y cuando llegue con mi compañera de trabajo Lina Arango, lo que más me impresionó fue ver tal cantidad de niños y jóvenes bailando por todas partes. Lo que de día era un colegio común y corriente, lleno de pupitres y de niños uniformados, en la noche se había convertido en una gran pista de baile llena de color y alegría. En cada salón había un grupo de alumnos y un profe, los alumnos parecían coincidir en edad o en nivel de baile y los profes eran los integrantes de los Crew. Aunque todos nos miraban un poco extrañados y curiosos por nuestra presencia allí, creo yo porque claramente nuestra vestimenta y forma de hablar resaltaban evidentemente distinta a la suya, nos recibieron con mucha amabilidad.

La Skuela Cuatro Elementos nace oficialmente en el año 2003 y cuando uno le pregunta a Henry por qué decidió montar una escuela de hip hop, él responde que no fue algo que él haya decidido sino que se dio de manera espontánea. El  Jke es una persona que disfruta de compartir lo que sabe y lo que tiene, por eso cuando un pequeño niño asombrado al verlo bailar se acercó y le pidió que le enseñara, él no dudo en hacerlo. Este niño, Feiser Torres, más conocido hoy como Izel, que de ahí en adelante no se le despegó a Henry, llamo a otros niños y estos a su vez a otros y así sucesivamente, hasta que un día cientos de niños había dejado de perder el tiempo en las calles o de estar envueltos en actividades peligrosas, para dedicarse al hip hop, haciendo de éste no solo su estilo y proyecto de vida sino creciendo como personas a través de él. Es así como todos los integrantes del grupo se convierten en profes y donan su tiempo e incluso invierten dinero para que la escuela se mantenga a flote y la familia Crew siga creciendo.

Después de esa primera reunión que tuvimos con ellos, siguieron muchas otras visitas a la escuela. En cada una pudimos conocerlos un poco más y en esa misma medida más nos enamorábamos de su proyecto. La idea de la segunda o tercera visita era realizar un conversatorio para hablar con ellos de participación ciudadana y de ahí sacar la letra de la canción. Ese día cayó sobre Medellín un fuertísimo aguacero, cuando llegamos a la escuela entraba agua por todos lados, los corredores estaban prácticamente inundados y el agua entraba incluso por el techo de los salones. Muchos niños no pudieron llegar pues la mayoría llega a pie, y gran parte de ellos desde grandes distancias. A la escuela asisten niños y jóvenes no solo de Aranjuez, sino también de Manrique, de los Populares, de Caldas, y muchas otras comunas de Medellín. En ese momento fue cuando realmente dimensioné la falta de una sede digna y adecuada para ellos. Aunque la escuelita donde les prestan el espacio suple ciertas necesidades, los horarios son reducidos y el espacio es pequeño e inadecuado, por lo que muchos otros jóvenes que quisieran asistir no pueden hacerlo pues ya está excedida la capacidad que allí pueden atender. Para Henry y su combo, una de las más grandes preocupaciones es conseguir una sede propia y hacer que este proyecto pueda ser sostenible en el tiempo.

Durante la charla del conversatorio pasaron muchas cosas, principalmente nos dimos cuenta que hablar con jóvenes sobre política es muy difícil y que son pocos receptivos a las discusiones sobre el tema. Finalmente la letra de la canción quedó en veremos, pero una vez más esta interacción me sirvió como  disculpa para tratar de entender la forma en cómo ellos ven y viven el mundo. Así a ellos nos les interese el acontecer político del país o de la ciudad, en si mismo son un ejemplo de cómo debería funcionar una sociedad.

Al preguntarle a Henry por la filosofía de los Crew, no hay una respuesta contundente, son tantas cosas las que los inspiran a ser lo que son que para ellos es difícil definirse en unas cuantas palabras. Sin embargo, después de haberlo escuchado en muchas ocasiones hablar por varias horas del proceso que han llevado, de la manera en que hacen las cosas y de todo lo que han logrado y sueñan con lograr, pude llegar a ciertas conclusiones. Disfrutar de su arte siendo los mejores en lo que hacen y convertirlo en proyecto de vida que puedan compartir con los demás son, creo yo, algunas de las principales ideas motores que los mueven y los definen, y son, desde mi punto de vista, lo primero que aprenden los alumnos en la Skuela Cuatro Elementos.

Una de las cosas que más me impresiona de ellos es como se entregan a lo que hacen, muchos trabajan y estudian con mucho sacrificio y en condiciones muy difíciles y a pesar de esto son constantes en las clases y entrenan hasta largas horas de la noche para convertirse en los mejores bailarines, en los mejores Dj, en los mejores raperos o en los mejores artistas. Para la mayoría faltar a clase es casi un pecado. Entre ellos no existe el egoísmo, lo que es de uno de es de todos; esto hablando desde cosas materiales hasta el conocimiento. Relata el Teacher (Johan Serna), que ahora es profesor de Brakedance en la escuela pero que comenzó como todos ellos, como un estudiante; que una vez los llamaron para un evento al que todos querían ir pero que el presupuesto de este sólo alcanzaba para pagarle a unos pocos y que con ellos debería montarse el show. La mayoría, sino todos estos jóvenes, son de estratos bajos y por lo tanto el dinero que reciben por sus presentaciones para muchos es su sustento. Se sentaron entonces a decidir quiénes iban a ser los escogidos que irían a presentarse, después de un rato de proponer al uno y al otro llegaron a una decisión salomónica: todos irían, y el dinero que les pagaran lo usarían para pagar el transporte y las cosas que necesitaban para ir. Al final del cuento ninguno ganó dinero, pero la pasaron muy bien juntos y pudieron compartir esta experiencia. Este es el tipo de cosas que hacen parte de su filosofía de vida, de su razón de ser y que es difícil poner en palabras. El que uno de estos jóvenes te cuente que su compañero pasó a una competencia muy importante y que él estaba tan feliz que sentía como si fuera él que se fuera a ganar el premio, o que otro te diga que no importa el clima o lo cansado que esté, no deja de venir a dar clase porque para él lo que más le llena la vida de alegría es que un niño se acerque y le diga que le enseñe porque quiere ser como él. Todas estas son cosas que te dejan una enseñanza invaluable. La envidia, que tanto daño le hace al mundo y por la que tantas personas han muerto no tiene cabida entre estos muchachos. Como en toda comunidad a veces hay problemas entre ellos, pero su modo de solucionarlos es a través del dialogo, del consejo o de sencillamente retarse a una competencia de baile.

El sistema a través del cual se mantiene la escuela de los Crew es sencillo. Primero parten de una base conceptual que me dejo impresionada. Tienen muy claro que es lo que están haciendo cuando hacen hip hop, de dónde viene, cuál ha sido su historia, cómo se ha transformado y cómo debe ser el proceso que deben seguir para aprender a hacer de la manera correcta cualquiera de los cuatro elementos. En conclusión, el proceso formativo es muy organizado y bien fundamentado. Por otra parte, como el número de alumnos cada vez es mayor, quien llega a dominar una técnica se convierte en profesor y le transmite sus conocimientos a un nuevo grupo. Estos jóvenes reciben toda esta formación de manera gratuita, ninguno debe pagar absolutamente nada y en muchos casos entre los mismo integrantes del grupo o sus mismo compañeros les ayudan a costear los pasajes o elementos que necesiten para su entrenamiento. Por esto, quienes pasan a ser profesores, lo hace con gusto de manera gratuita. Allí ningún profesor cobra nada por su trabajo.
Por último, como lo que se busca es que todo lo que aprendan dentro de la escuela les sirva para que conformen su propio proyecto de vida y a partir de este puedan sostenerse económicamente y salir adelante, la escuela constantemente busca aliados que patrocinen la educación formal de estos jóvenes, hay quienes estudian música, artes plásticas, etc. y en cada contrato que los Crew Peligrosos consiguen fuera o dentro de la ciudad y el país buscan vincular a sus estudiantes de una u otra forma.

Los Crew Peligrosos, como lo ven, no son solo un grupo más de rap de la ciudad. Hacen música de muy alta factura que ha sido reconocida en el medio artístico y por eso son uno de los mejores grupos de Hip Hop de Latinoamerica, gestores de eventos como el Hip 4 en el cual compiten los mejores exponentes del género y más allá de eso son gestores de cambio social. Un cambio social que muchas administraciones locales y nacionales envidiarían lograr.
Por el momento la canción sigue en construcción, como sigue en construcción este proceso de la Skuela Cuatro Elementos en la que de cierta forma hasta yo me convertí en alumna pues han sido días de grandes enseñanzas que me han puesto a reflexionar sobre mi papel y el papel que jugamos todos en la construcción de nuestra querida Medellín. Estos jóvenes, me han demostrado que no se necesita dinero ni grandes campañas para hacer algo por los demás. Ojalá que pronto puedan conseguir su tan anhelada sede y que  puedan seguirle arrebatando jóvenes a las calles. Ojalá que pronto muchos sigan su ejemplo.




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