La Skuela de los Crew
por Tatiana Villada Díez
Medellín, 2012
A simple vista Los Crew
Peligrosos parecen un grupo más de raperos como los muchos que abundan en Medellín,
pero cuando uno se acercarse a ellos tan solo un poco, inmediatamente logra darse
cuenta que lo que hay detrás de su música, su baile y sus grafitis es algo
mucho más grande que su arte. Es un proyecto de vida, pero no de unos cuantos,
sino de cientos de jóvenes de las comunas
de la ciudad.
Los Crew Peligrosos son un
grupo de hip hop -como aclara siempre el Jke, su fundador- no solo de rap; porque en el convergen los
cuatro elementos que así lo definen: los MC
(raperos), el DJ (Disc Jockey), los Bboys (bailarines de breakdance
) y los grafitteros. Por esta razón el grupo está conformado nada menos que por
24 integrantes. Sin embargo, se puede
decir que la comunidad de los Crew está conformada por más de 400 personas, en
su mayoría niños y jóvenes (contando solo los de Medellín) que hacen parte de
la Eskulela Cuatro Elementos a la que este grupo le dio vida en el año 2003, y
que desde entonces, con mucho esfuerzo, mantienen de su propio bolsillo.
Sobre
los Crew había oído hablar muchas veces y aunque no es el tipo de música que
suelo escuchar, sí había visto algunas cosas de ellos en Youtube y en algunos
canales locales. Incluso hace algunos años coincidí con ellos en varios eventos
de ciudad por cuestiones de mi trabajo como productora de TV en Telemedellín.
Desde siempre me llamo la atención la buena energía que imprimen en su música y
que se siente entre ellos, pero solo hasta hace poco me enteré de la labor
social tan destacable que hacían. Acudí a ellos y a un grupo de Rock llamado
Nepentes para proponerles hacer una canción colaborativa que hiciera una
reflexión sobre el empoderamiento ciudadano y la importancia de participar en
las decisiones políticas de una ciudad, teniendo en cuenta que ambos grupos
desde distintas perspectivas se relacionan con este tema. Esto inicialmente era
un trabajo universitario pero después se convirtió en la disculpa perfecta para
conocerlos y enamorarme de lo que hacían.
Henry
Arteaga, más conocido como el Jke fundó a los Crew Peligrosos en 1999 después
de haber tratado por un largo tiempo de convertirse en futbolista, de haber
trabajado como distribuidor de las arepas que hacía su papá y que eran el
sustento de su familia – me decían el arepero, cuenta jocosamente- y de haber
tratado de pertenecer al Ballet Folclórico de Antioquia cuando inicialmente ni
siquiera sabía bailar. La historia de su vida es ejemplo de superación, de
perseverancia, de trabajo y dedicación. Él ha logrado inspirar a muchos jóvenes
de su comunidad que han decidido seguir sus pasos. Esta influencia tan positiva
que ha ejercido en ellos y por la cual ha logrado generar cambios sociales
importantes, lo posicionan hoy como uno de los líderes sociales más conocidos y
constantes de Medellín. El Jke nació y creció en la violenta década de los 90
en la comuna 4 - Aranjuez, que hoy por hoy se sigue despuntando entre las
bandas criminales que buscan colonizar territorios para extender sus plazas de
venta de drogas. Él, no lejano a la difícil situación que se vivía en su barrio
desde que era pequeño, decidió tomar un camino diferente al de las armas. Su
camino siempre fue buscar ser alguien, alguien importante y con poder, pero un
poder distinto al de las pandillas o mafiosos, un poder positivo y para el
cambio, un poder con el que arrastro tras de sí a los que hoy son su familia,
los Crew.
La
primera vez que me reuní con Henry y con Nano el vocalista y compositor de Nepentes
fue en la Institución Educativa Tomás Carrasquilla de Aranjuez, donde
actualmente funciona de manera parcial la Eskuela Cuatro Elemento a falta de
una sede propia. Fue en la noche, alrededor de las ocho y cuando llegue con mi
compañera de trabajo Lina Arango, lo que más me impresionó fue ver tal cantidad
de niños y jóvenes bailando por todas partes. Lo que de día era un colegio
común y corriente, lleno de pupitres y de niños uniformados, en la noche se
había convertido en una gran pista de baile llena de color y alegría. En cada
salón había un grupo de alumnos y un profe, los alumnos parecían coincidir en
edad o en nivel de baile y los profes eran los integrantes de los Crew. Aunque
todos nos miraban un poco extrañados y curiosos por nuestra presencia allí,
creo yo porque claramente nuestra vestimenta y forma de hablar resaltaban
evidentemente distinta a la suya, nos recibieron con mucha amabilidad.
La
Skuela Cuatro Elementos nace oficialmente en el año 2003 y cuando uno le
pregunta a Henry por qué decidió montar una escuela de hip hop, él responde que
no fue algo que él haya decidido sino que se dio de manera espontánea. El Jke es una persona que disfruta de compartir
lo que sabe y lo que tiene, por eso cuando un pequeño niño asombrado al verlo
bailar se acercó y le pidió que le enseñara, él no dudo en hacerlo. Este niño,
Feiser Torres, más conocido hoy como Izel, que de ahí en adelante no se le
despegó a Henry, llamo a otros niños y estos a su vez a otros y así
sucesivamente, hasta que un día cientos de niños había dejado de perder el
tiempo en las calles o de estar envueltos en actividades peligrosas, para
dedicarse al hip hop, haciendo de éste no solo su estilo y proyecto de vida
sino creciendo como personas a través de él. Es así como todos los integrantes
del grupo se convierten en profes y donan su tiempo e incluso invierten dinero
para que la escuela se mantenga a flote y la familia Crew siga creciendo.
Después
de esa primera reunión que tuvimos con ellos, siguieron muchas otras visitas a
la escuela. En cada una pudimos conocerlos un poco más y en esa misma medida
más nos enamorábamos de su proyecto. La idea de la segunda o tercera visita era
realizar un conversatorio para hablar con ellos de participación ciudadana y de
ahí sacar la letra de la canción. Ese día cayó sobre Medellín un fuertísimo
aguacero, cuando llegamos a la escuela entraba agua por todos lados, los
corredores estaban prácticamente inundados y el agua entraba incluso por el
techo de los salones. Muchos niños no pudieron llegar pues la mayoría llega a
pie, y gran parte de ellos desde grandes distancias. A la escuela asisten niños
y jóvenes no solo de Aranjuez, sino también de Manrique, de los Populares, de Caldas,
y muchas otras comunas de Medellín. En ese momento fue cuando realmente
dimensioné la falta de una sede digna y adecuada para ellos. Aunque la escuelita
donde les prestan el espacio suple ciertas necesidades, los horarios son
reducidos y el espacio es pequeño e inadecuado, por lo que muchos otros jóvenes
que quisieran asistir no pueden hacerlo pues ya está excedida la capacidad que
allí pueden atender. Para Henry y su combo, una de las más grandes
preocupaciones es conseguir una sede propia y hacer que este proyecto pueda ser
sostenible en el tiempo.
Durante
la charla del conversatorio pasaron muchas cosas, principalmente nos dimos
cuenta que hablar con jóvenes sobre política es muy difícil y que son pocos
receptivos a las discusiones sobre el tema. Finalmente la letra de la canción
quedó en veremos, pero una vez más esta interacción me sirvió como disculpa para tratar de entender la forma en
cómo ellos ven y viven el mundo. Así a ellos nos les interese el acontecer
político del país o de la ciudad, en si mismo son un ejemplo de cómo debería
funcionar una sociedad.
Al
preguntarle a Henry por la filosofía de los Crew, no hay una respuesta
contundente, son tantas cosas las que los inspiran a ser lo que son que para
ellos es difícil definirse en unas cuantas palabras. Sin embargo, después de
haberlo escuchado en muchas ocasiones hablar por varias horas del proceso que
han llevado, de la manera en que hacen las cosas y de todo lo que han logrado y
sueñan con lograr, pude llegar a ciertas conclusiones. Disfrutar de su arte
siendo los mejores en lo que hacen y convertirlo en proyecto de vida que puedan
compartir con los demás son, creo yo, algunas de las principales ideas motores
que los mueven y los definen, y son, desde mi punto de vista, lo primero que
aprenden los alumnos en la Skuela Cuatro Elementos.
Una
de las cosas que más me impresiona de ellos es como se entregan a lo que hacen,
muchos trabajan y estudian con mucho sacrificio y en condiciones muy difíciles
y a pesar de esto son constantes en las clases y entrenan hasta largas horas de
la noche para convertirse en los mejores bailarines, en los mejores Dj, en los
mejores raperos o en los mejores artistas. Para la mayoría faltar a clase es
casi un pecado. Entre ellos no existe el egoísmo, lo que es de uno de es de
todos; esto hablando desde cosas materiales hasta el conocimiento. Relata el
Teacher (Johan Serna), que ahora es profesor de Brakedance en la escuela pero
que comenzó como todos ellos, como un estudiante; que una vez los llamaron para
un evento al que todos querían ir pero que el presupuesto de este sólo
alcanzaba para pagarle a unos pocos y que con ellos debería montarse el show.
La mayoría, sino todos estos jóvenes, son de estratos bajos y por lo tanto el
dinero que reciben por sus presentaciones para muchos es su sustento. Se
sentaron entonces a decidir quiénes iban a ser los escogidos que irían a
presentarse, después de un rato de proponer al uno y al otro llegaron a una
decisión salomónica: todos irían, y el dinero que les pagaran lo usarían para
pagar el transporte y las cosas que necesitaban para ir. Al final del cuento
ninguno ganó dinero, pero la pasaron muy bien juntos y pudieron compartir esta
experiencia. Este es el tipo de cosas que hacen parte de su filosofía de vida,
de su razón de ser y que es difícil poner en palabras. El que uno de estos
jóvenes te cuente que su compañero pasó a una competencia muy importante y que
él estaba tan feliz que sentía como si fuera él que se fuera a ganar el premio,
o que otro te diga que no importa el clima o lo cansado que esté, no deja de
venir a dar clase porque para él lo que más le llena la vida de alegría es que
un niño se acerque y le diga que le enseñe porque quiere ser como él. Todas
estas son cosas que te dejan una enseñanza invaluable. La envidia, que tanto
daño le hace al mundo y por la que tantas personas han muerto no tiene cabida
entre estos muchachos. Como en toda comunidad a veces hay problemas entre
ellos, pero su modo de solucionarlos es a través del dialogo, del consejo o de
sencillamente retarse a una competencia de baile.
El
sistema a través del cual se mantiene la escuela de los Crew es sencillo.
Primero parten de una base conceptual que me dejo impresionada. Tienen muy
claro que es lo que están haciendo cuando hacen hip hop, de dónde viene, cuál
ha sido su historia, cómo se ha transformado y cómo debe ser el proceso que
deben seguir para aprender a hacer de la manera correcta cualquiera de los
cuatro elementos. En conclusión, el proceso formativo es muy organizado y bien
fundamentado. Por otra parte, como el número de alumnos cada vez es mayor,
quien llega a dominar una técnica se convierte en profesor y le transmite sus
conocimientos a un nuevo grupo. Estos jóvenes reciben toda esta formación de
manera gratuita, ninguno debe pagar absolutamente nada y en muchos casos entre
los mismo integrantes del grupo o sus mismo compañeros les ayudan a costear los
pasajes o elementos que necesiten para su entrenamiento. Por esto, quienes
pasan a ser profesores, lo hace con gusto de manera gratuita. Allí ningún
profesor cobra nada por su trabajo.
Por
último, como lo que se busca es que todo lo que aprendan dentro de la escuela
les sirva para que conformen su propio proyecto de vida y a partir de este
puedan sostenerse económicamente y salir adelante, la escuela constantemente
busca aliados que patrocinen la educación formal de estos jóvenes, hay quienes
estudian música, artes plásticas, etc. y en cada contrato que los Crew
Peligrosos consiguen fuera o dentro de la ciudad y el país buscan vincular a
sus estudiantes de una u otra forma.
Los
Crew Peligrosos, como lo ven, no son solo un grupo más de rap de la ciudad.
Hacen música de muy alta factura que ha sido reconocida en el medio artístico y
por eso son uno de los mejores grupos de Hip Hop de Latinoamerica, gestores de
eventos como el Hip 4 en el cual compiten los mejores exponentes del género y
más allá de eso son gestores de cambio social. Un cambio social que muchas
administraciones locales y nacionales envidiarían lograr.
Por
el momento la canción sigue en construcción, como sigue en construcción este
proceso de la Skuela Cuatro Elementos en la que de cierta forma hasta yo me
convertí en alumna pues han sido días de grandes enseñanzas que me han puesto a
reflexionar sobre mi papel y el papel que jugamos todos en la construcción de
nuestra querida Medellín. Estos jóvenes, me han demostrado que no se necesita
dinero ni grandes campañas para hacer algo por los demás. Ojalá que pronto
puedan conseguir su tan anhelada sede y que
puedan seguirle arrebatando jóvenes a las calles. Ojalá que pronto
muchos sigan su ejemplo.
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